Qué son los CAJ, qué están haciendo, dónde funcionan, a quiénes convocan...
Cada
vez son más las escuelas del país que ofrecen una nueva fisonomía
mostrando que en esos edificios pueden suceder otras cosas. Con una
fuerza enriquecida por los resultados cotidianos, progresivamente, se
van instalando los CAJ y hacen posible que cada vez más jóvenes tengan
la oportunidad de participar en ellos.
Las
escuelas secundarias ofrecen los días sábados la
continuidad del espacio de aprendizaje escolar a través de propuestas de
educación no formal ofreciendo experiencias y actividades que cuentan
con la conducción de coordinadores, talleristas y docentes
especializados.
En muchos lugares
alejados de los centros urbanos o en las periferias de las grandes
ciudades, los CAJ, como parte de la escuela, son la única alternativa
disponible para el encuentro y la actividad placentera, el único ámbito
que convoca a los jóvenes a participar, a demandar, a decidir, a
disfrutar y a producir con otros.
En esos
y en todos los casos, a través del CAJ, la escuela amplía y diversifica
el horizonte de oportunidades y experiencias educativas para alumnos y
otros jóvenes de la comunidad, promueve pertenencia a la institución y
genera una oportunidad diferente para la inclusión de los que, por
distintos motivos, se han alejado de ella o nunca han llegado a
incorporarse.
Visitar un CAJ ofrece un panorama que muestra jóvenes que hacen de la escuela un espacio propio donde:
Visitar un CAJ ofrece un panorama que muestra jóvenes que hacen de la escuela un espacio propio donde:
- practican deportes, desarrollan actividades recreativas, lúdicas y de vida en la naturaleza;
- se expresan a través de la música, la plástica, el teatro, la danza, entre otras;
-
comparten y debaten sobre películas; - discuten sobre temas de su
interés (temas ambientales, de la vida cotidiana, de desarrollo
comunitario, de las prácticas juveniles, etc.);
- proponen, elaboran y sostienen proyectos grupales; - ejercen el derecho a la participación;
-
construyen saberes colectivamente; etc. Los CAJ colaboran con la mejora
de la acción educativa de las escuelas ya que responden a las
necesidades, intereses culturales y sociales, de participación, de
recreación y de desarrollo artístico
-
expresivo de los jóvenes. El tiempo libre educativo que se promueve
desde los CAJ se relaciona con el aprendizaje, el disfrute, la
valorización tanto de sí mismo como de los otros, y el reconocimiento
social.
• Los CAJ son ámbitos donde el joven es protagonista.
• Están en la escuela y son para todos los jóvenes de la comunidad.
• Son coordinados por un adulto especialmente capacitado.
• Cuentan con la co-gestión de un equipo de jóvenes.
• Son espacios alternativos de aprendizaje.
Por
sus propósitos, por los aprendizajes y las producciones que favorecen,
por los vínculos que consolidan en los jóvenes entre sí, y de ellos con
los adultos, por las temáticas y los debates que propician, por el
protagonismo juvenil que facilitan; en suma, por el sentido que
adquieren para la formación de los adolescentes y los jóvenes, y para la
propia escuela, los CAJ constituyen recorridos pedagógicos alternativos
sumamente valiosos.
Según las temáticas y
modalidades de trabajo, en los CAJ se pueden ofrecer actividades que se
continúan en el tiempo, y otras que se desarrollan como eventos
puntuales (de uno o más días). No se ciñen a una estructura fija (por
áreas, edades u otros criterios) ni conforman grupos predefinidos y
permanentes. Los agrupamientos derivan de las características de cada
propuesta y éstas, a su vez, apelan al interés y la libre elección de
los jóvenes.
Estos y otros movimientos de
personas, de horarios, de pertenencias, de usos de los espacios y de
vínculos con los jóvenes son inherentes al funcionamiento del CAJ, y
hacen a su estilo de construcción del conocimiento, a su modo de
transmisión de la cultura.
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